Investigadores
británicos han descubierto que el mero acto de aprender una segunda
lengua provoca los mismos beneficios en el cerebro que el bilingüismo, y
pueden producirse tanto en la juventud como en la adultez.
Las personas que aprenden inglés como
segundo idioma generan una materia blanca en el cerebro que se asemeja a
la que generan la personas bilingües, y que les permite una mejora en
la cobertura de mielina, que es la que asegura la transmisión de
conocimiento. Así lo afirma el nuevo estudio británico publicado en la
revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), que además revela que los efectos positivos del aprendizaje de idiomas se producen no sólo en jóvenes sino también en edades adultas.
Los experimentos realizados demuestran cómo funciona la materia blanca y cómo la cobertura de mielina que asegura la transmisión de conocimientos dentro de esa materia, mejora notoriamente en quienes son bilingües y en quienes aprenden un idioma de forma inmersiva.
Aprender otra lengua aumenta la capacidad de transmisión de conocimiento
De acuerdo con el coautor del estudio e investigador de la Escuela de Psicología de la Universidad de Kent,
Reino Unido, Christos Pliatsikas, “la materia blanca se denomina así
porque los axones están envueltos en una capa de grasa, la mielina. Esta
sustancia es como un aislamiento que impide la fuga de información en
el axón –las avenidas principales que transfieren información– y asegura
una mejor comunicación entre las neuronas”.
Explica
que “utilizamos un método de resonancia magnética denominada
Diffusion-Tensor Imaging (DTI), que analiza el movimiento de las
moléculas de agua a través de la materia blanca del cerebro”, y que
“cuando detectamos una mayor dificultad del agua para moverse a través
de la sustancia blanca, supusimos que tenía un mejor ‘aislamiento’, es
decir, una mayor mielinización de los axones”.
Agrega
además que “antes, se decía que los bilingües natales conservaban la
estructura de la materia blanca debido a las mayores demandas cognitivas
que vienen producto del manejo de dos idiomas durante muchos años.
Ahora creemos que cualquier beneficio del bilingüismo en la estructura
del cerebro es simplemente un efecto de manejar activamente dos idiomas sin presuponer su uso permanente, pues nuestros participantes tenían unos 30 años de edad y habían sido bilingües activos durante cerca de 7-8 años”.
El
estudio revela algunos misterios en torno a qué cambios se producen a
nivel cognitivo con el aprendizaje de idiomas, y sugiere que manejar 2
lenguas desde temprano afecta la manera en la que se estructura la
materia blanca en el cerebro y conserva la integridad en edad avanzada.
Próximamente los investigadores planean estudiar la evolución de la actividad bilingüe durante un período de 3 años o más,
para ver los efectos del tiempo y "hacer una gran balance de los
beneficios para el cerebro al aprender una segunda lengua en un entorno
inmersivo”, sostuvo Pliatsikas.
Fuente: Agencia SINC
Autor: Universia España
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